Nuestra finca se ubica en el paraje "Las Casas de Joya", cerca de la pequeña aldea de Mures, que es parte del pueblo de Alcalá la Real. Tiene una superficie total de 3,63 has, en las que producimos viñedos en cultivo ecológico con las variedades tintas graciano, merlot y syrah; y las variedades blancas Chardonnay y Gewürztraminer.
En la parcela, además de nuestros viñedos existe un terreno forestal con bosque de encinas y plantas aromáticas del bosque mediterráneo con tomillo y romero. También hay un arroyo por el que bajan las aguas durante la época de lluvias. En los alrededores de nuestra finca encontramos una granja de ovejas y plantaciones de almendros. En general, se trata de una zona tranquila dedicada a la agricultura, en la que se disfruta de mucha paz.
La economía principal que se desarrolla en nuestra comarca es el cultivo del olivar para la producción de aceite a granel. Sin embargo, son necesarias actividades complementarias como los viñedos para diversificar la mano de obra y evitar la temporalidad de las campañas de olivo. Para el caso de nuestro cultivo de vides ecológicas, se emplean aproximadamente unas 560 horas de trabajo por hectárea al año, en periodos de tiempo complementarios a las del olivo.
En Mures todo el mundo sabe que las tierras de "arrañales" son muy buenas para cultivar la vid. Por eso compramos esta parcela en 2002, para así disponer de una producción suficiente como para hacer posible el sueño de mi padre, dar forma a su propia bodega.
Como te he comentado, nuestro viñedo es de secano, sin embargo contamos con un sistema de riego, como apoyo extraordinario a las vides en las épocas de mayor sequía, para así evitar que la planta muera. El agua la extraemos de dos pozos ubicados en la parcela, y el sistema de riego que usamos es por goteo subterráneo. La energía con la que extraemos el agua proviene del Sol, gracias a las placas solares que tenemos instaladas en la finca.
Este riego extra es fundamental en los primeros años de formación de la planta, ya que necesitan agua para crecer y desarrollarse. Pasados los 10 años la planta desarrollada y formada tiene menos necesidades hídricas, pues durante los años de formación su sistema radicular ha sabido buscar en el subsuelo los nutrientes que necesita para su crecimiento y mantenimiento de reservas.
Pasado el invierno llega la época de crecimiento de las malas hierbas, que manejamos con aperos de desbrozado, dejando una cubierta vegetal espontánea que favorece la estructura del suelo; de esta forma evitamos la erosión y aprovechamos mejor las lluvias durante esta estación. El mantenimiento de la cubierta vegetal espontánea favorece la biodiversidad vegetal de especies naturales.
En nuestro proyecto participamos activamente mi padre Marcelino (que me ayuda en todo el proceso productivo de elaboración y el cuidado del viñedo), una empleada administrativa que trabaja en la oficina que tenemos en nuestro pueblo, Alcalá la Real, y yo, como gerente de la empresa. Además, en épocas puntuales contratamos trabajadores del campo que me ayudan en las labores de más volumen de trabajo. Este equipo lleva con nosotros desde el 2017. Todos los trabajadores cuentan con su contrato laboral y sus correspondientes nóminas según sus convenios. Damos todas las facilidades que necesiten acorde a la legislación, y siempre nos adaptamos a sus necesidades.
Con los residuos o subproductos de la vinificación que son las lías y los orujos operamos de la siguiente manera. Con las lías estoy obligada por ley a su retirada a una alcoholera para su posterior destilación. Guardamos las lías en garrafas de 25 litros finalizada la campaña y las llevamos a una alcoholera de Castilla la Mancha. Los orujos que se obtienen tras su prensado durante la vinificación de los vinos, los dejamos secar, cribamos y recogemos la pepita que guardamos en sacos para su reciclaje y aprovechamiento en la caldera de la vivienda familiar para la calefacción.
Cuando podamos, los viñedos los restos de poda o sarmientos, los troceamos e incorporamos al suelo como materia orgánica.
En nuestra bodega hacemos mucho Enoturismo. Las catas y las visitas a la bodega las hacemos entre mi padre Marcelino y yo. Él me ayuda durante la visita y en el servicio de los vinos durante la sesión de cata. Te recomendamos que organices tus vacaciones para visitarnos, disfrutar de nuestros vinos y maridaje, conocer los viñedos y de paso nuestro precioso pueblo, Alcalá la Real, cuyo pasado ha estado ligado al vino.