Nuestra finca de llama Verdcamp que viene del catalán, donde “verd” significa verde y “camp” se traduce como campo. Esto es una buena señal de nuestros objetivos, mantener campos verdes, sanos y cuidados, favoreciendo la biodiversidad y mimando el suelo, lo que nos permite recolectar alimentos ecológicos y de gran calidad.
La finca se sitúa en Cambrils (Tarragona), cerca del mar (a menos de 5 km) y donde podemos divisar diferentes montañas de la cordillera prelitoral catalana. Está dividida en cinco gran parcelas donde cultivamos gran variedad de especies hortícolas que van variando en función de la estación. En verano las reinas son las sandías, pero también cultivamos: calabazas, calabacines, berenjenas, pimientos, y cebollas. En los meses fríos, el protagonismo se lo llevan los puerros, coliflores, coles, hinojos y alcachofas entre muchas otras. Alrededor de nuestra finca, hay otras parcelas con cultivos similares donde también aparecen tiras de olivo, algún campo de viña y cada vez más campos abandonados porque nadie los cultiva.
Nosotros cultivamos la tierra las 4 estaciones, lo que genera puestos de trabajo durante todo el año, por lo que generamos empleo de largo recorrido y riqueza económica y alimentaria. Entre nuestra finca y nuestro almacén trabajan entre 40 y 80 personas según la temporada. Hay algunos trabajadores que llevan más años trabajando en Verdcamp que yo mismo, y hay gente del equipo que se ha unido recientemente. Tenemos de todo y esa diversidad nos da templanza y ganas de mejorar. Todos nuestros trabajadores reciben un salario de acuerdo al convenio.
Soy agricultor desde niño, siempre me ha gustado el campo, cuidarlo y poder cultivar alimentos. Somos la 5ª generación que nos dedicamos al campo. Mis 4 primos y yo estamos al frente día a día. De pequeños corríamos por estos campos, ahora más mayores son los campos los que nos hacen correr a nosotros. Eso no es malo porque intentamos cultivar de la manera más natural posible y eso hace que estemos siempre pendientes del clima y de los ciclos naturales de nuestros cultivos y de la naturaleza.
El agua que riega nuestra finca proviene de acuíferos subterráneos y la extraemos mediante pozos. Las necesidades hídricas de las especies que cultivamos son muy variables, depende del tipo de planta y también de la climatología. Para asegurarnos que aportamos la cantidad justa de agua usamos sondas de humedad del suelo para ser lo más eficientes posibles y para poder ahorrar en la energía y el agua que utilizamos, también nos aseguramos de mejorar nuestro suelo para que sea un medio con más capacidad de retención de agua, utilizamos cubiertas vegetales para que cada gota sea útil.
El manejo de nuestra finca es ecológico donde realizamos muchas más acciones de las que el reglamento exige. Además, contamos con otros sellos de calidad como: Global Gap, GRASP e IFS. Las malas hierbas no las vemos como algo malo si no hace competencia al cultivo, nos da biodiversidad funcional de una manera sencilla y económica y nos puede ayudar a reestablecer el suelo. Siempre que no compita en exceso con el cultivo la hierba puede ser un aliado. Para favorecer la presencia de enemigos naturales plantamos muchas especies florales creando reservorios de fauna auxiliar, polinizadores y otros. Tenemos un gran proyecto que es Healthy Crops & Bee Happy que trata de crear ambientes favorables para los polinizadores y la fauna auxiliar en general. Nuestra finca va mucho más allá de la finca productiva, todos esos espacios que no son productivos son muy necesarios y funcionales, los gestionamos para darle el mayor valor.
Para ahorrar energía hemos instalado placas solares en nuestro cetnro logístico, aportando el 50% de la energía utilizada. Por otro lado, estamos colocando placas solares para hacer bombeo solar para poder regar nuestros cultivos. Son proyectos que están en marcha y que en unos años esperamos que sean una realidad.
Mucho del destrío de las cosechas se queda en campo, ya que hacemos una muy buena selección en la recolección. En caso de que haya algo de destrío lo llevamos al almacén y pasa a ser compostado junto con restos de poda, para hacer un abono rico en carbono e ir mejorando nuestros suelos para que nutran de la mejor manera a nuestras plantas.