La finca pertenece y es cultivada por nuestra familia desde el siglo XIX. Cultivamos en el Parque Natural de la Albufera, un entorno privilegiado que ha sido escenario de la tradición arrocera española desde la Edad Media. Nuestro enclave posee de forma natural unas características especiales de luminosidad e inundabilidad que lo convierten en óptimo para la producción de arroz. Los lugares para el cultivo del arroz en España son muy limitados ya que se requiere unas condiciones geológicas específicas. Son lugares que pueden ser inundados a través de canales que conducen el agua desde un lago de agua dulce.
Antes de sembrar es necesario preparar la tierra. Tras trabajar y nivelarla, comienza la etapa de siembra, que se extiende desde principios de abril hasta mayo. Para sembrar, las parcelas se inundan para mantener un constante nivel del agua. Tras ello, se siembra la simiente a voleo en los distintos campos. Durante el verano la planta crece, hasta que nace la espiga. Cuando ésta adquiere un color dorado, la planta ha alcanzado el grado de madurez óptimo para ser cosechado. El periodo de siega, abarca de finales de Agosto hasta mediados de Octubre, dependiendo de la variedad y las condiciones climatológicas. Una vez cosechado, el grano se secará para su correcta conservación previo almacenamiento en los graneros.
Durante la época de inundación del terreno las plantas de arroz actúan de filtro verde del ecosistema: son una depuradora natural de la laguna y las hectáreas que la rodean al retener los sedimentos que llevan nutrientes que utilizan las plantas para su crecimiento.
El arroz, su hábitat natural de cultivo y los arroceros tenemos un vínculo inseparable. Los unos no podríamos existir sin los otros. Si los arroceros no cultivásemos arroz aquí, esta zona quizás se hubiese convertido en un complejo urbanizado por su enorme belleza. Nuestro proceso de cultivo, secado y envasado tiene lugar en la misma Albufera.