Nuestras ovejas viven en un lugar privilegiado: el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, un espacio natural protegido único en el mundo, que se caracteriza por ser el lugar con mayor pluviosidad de la península Ibérica, que unido a las montañas que lo componen originan un espacio vegetal y paisajístico de gran valor. El relieve es muy abrupto, con montañas calizas horadadas por el agua, formando espectaculares cañones, simas y cavernas. La dificultad de acceso a sus parajes y las características climáticas de la zona, han permitido el desarrollo de un imponente paisaje de bosque mediterráneo, formado por encinas, alcornoques y quejigos; pero quien más destaca es el pinsapo, una especie centroeuropea relicta de la última glaciación que afectó a la península.
En concreto, el rebaño se encuentra en la zona conocida como “Los llanos del republicano”. Es una estrecha depresión entre altas montañas, de aproximadamente 6 kilómetros de longitud, de centenaria tradición ganadera. Aquí se concentran varias ganaderías de ovejas y cabras, todos con concesión pública para explotación ovina, pues los pastos son excepcionales y los animales cuentan un amplio espacio más amable para vivir entre montañas, con abundantes pastos y agua. En el entorno de nuestra sierra no hay construcciones salvo las casas de los pequeños pueblos blancos de la zona como Villaluenga del Rosario, Benaocaz y Grazalema, además de nuestras granjas; la agricultura no existe a excepción de la explotación de los recursos del bosque, como el corcho de los alcornoques y la recolección de setas silvestres; y los establos carecen hasta de electricidad. Además, los rebaños ayudan a preservar los bosques, ya que eliminan la abundante maleza que se produce cada año en la época de lluvias, previniendo los incendios y fomentando la biodiversidad de este espacio protegido. En la época de más calor, cuando los pastos son pobres, y en los momentos en los que las ovejas necesitan un suplemento alimenticio adicional, les aportamos pienso ecológico.
En este lugar se encuentra la Sima del Republicano, una cavidad con más de 1.100 metros de profundidad, que forma parte de un imbricado complejo kárstico, que constituye un gran atractivo para los amantes de la espeleología. Este entorno tan singular ha permitido que nuestra oveja adquiera unas características especiales que le permiten adaptarse a nuestro entorno, donde los inviernos son fríos y las primaveras húmedas y lluviosas, y un hábitat montañoso de altas y rocosas cumbres.
Nuestro establo ha sido regentado por ganaderos de la zona desde hace más de 2 siglos. Allí no tenemos electricidad, por lo que al caer la tarde continuamos nuestras labores con frontales. El aprisco es la muestra viva del paso del tiempo y las marcas que nuestros antepasados nos han dejado; allí acuden las ovejas cada vez que van a ser ordeñadas, pues el resto del día viven en libertad.
Villaluenga del Rosario, mi pueblo, es una villa con larga tradición quesera. Nos encontramos a caballo entre las provincias de Cádiz y Málaga, en la ladera de una de las muchas montañas de la zona. Gracias al valle que recorre nuestro municipio, ha sido tradicional la actividad ganadera desde hace siglos. A día de hoy, con apenas 190 habitantes poblando nuestras calles, existen 6 queserías que trabajan tanto la oveja merina como la cabra payoya. En torno a esta actividad se sigue generando riqueza y las nuevas generaciones encuentran una oportunidad para seguir en el pueblo y ganarse la vida. Los quesos del pueblo son reconocidos a nivel internacional, y hoy en día celebramos una feria dedicada exclusivamente a su conocimiento, promoción y difusión, la “Feria del queso de Andalucía”, con más de 30.000 visitantes en su última edición.
Es tradición de nuestro pueblo que con la celebración de la “Romería” (sobre el 15 de junio), fiesta de campo en honor a la Divina Pastora, momento en el que el calor aprieta y las ovejas comienzan a reducir su cantidad de leche, se termine con el ordeño de tarde y únicamente se haga en la mañana.
Trabajar en ecológico viviendo en un parque protegido es lo normal... Nuestro ganado se cría en uno de los espacios naturales más emblemáticos de la península ibérica. Mis padres, abuelos, bisabuelos y ahora nosotros, hemos trabajado siempre de la misma manera. Nos certificamos en ecológico en el año 2006, y seguimos haciendo lo mismo que antaño. Las ovejas se alimentan de pasto de alta montaña; el agua de la que beben proviene de fuentes naturales distribuidas por los llanos; no sobreexplotamos la tierra cultivada para piensos, ya que la cantidad que usamos es mínima, y además provienen de la agricultura ecológica; y nuestros animales están libres de medicamentos de síntesis química, ya que nuestra misión es que vivan sanos para así prevenir enfermedades.
Las ovejas han dado trabajo a nuestra familia desde que tengo uso de razón. Hoy en día mi hermano y yo nos encargamos de gestionar todo lo relacionado con su cuidado y la elaboración de quesos. Sin embargo, la oportunidad que nos ofrece CrowdFarming de dar estabilidad a nuestro negocio y mejorar beneficios, nos va a permitir incrementar el equipo de trabajo con dos nuevas incorporaciones, que atenderán las tareas de campo por un lado, y la quesería por otro. Ellos nos ayudarán en las épocas de mayor faena, con contratos temporales acordes al convenio colectivo. ¡Este será un gran paso para nosotros!