La Finca Marroquino se localiza en un enclave muy particular, en el término municipal de Cútar. Se llama así porque en su origen perteneció a una persona que vivió en Marruecos, a la que en el pueblo conocían como “el marroquino”, por eso la finca cogió su nombre. ¡Está en una ladera de montaña con pendientes de vértigo! Incluso superiores al 100% (45º) en muchos puntos. En la parte más baja de la finca pasa el “arroyo Pipí” que los árboles de aguacate bordean hasta los llamados “Peñones Gordos”, que son unos tajos gigantes, que se encuentran en mitad del cauce del arroyo. Desde el arroyo si miras hacia arriba ves montañas a ambos lados y la peculiar “Peña de Hierro” justo encima.
Esta finca la plantó mi padre hace unos 20 años e hizo una ampliación hace 3 años aproximadamente. Tenemos aguacates adultos y jóvenes, también contamos con mangos jóvenes que pronto comenzarán a producir. Todos se riegan mediante sistemas modernos de optimización de agua por goteo, de una comunidad de regantes.
Actualmente el manejo del cultivo es ecológico, aunque aún estamos en la fase de conversión. Para el control de las malas hierbas utilizamos un procedimiento manual. No utilizamos pesticidas y/o herbicidas, favoreciendo la proliferación de depredadores naturales para el control de plagas, y consecuentemente la biodiversidad. Realizamos un proceso de reutilización del agua de riego, para así evitar sobreexplotar los acuíferos.
Activamente en la finca trabaja mi familia y uno o dos operarios dependiendo de la temporada y la demanda de la finca. El salario que reciben los trabajadores es acorde con el convenio colectivo e incluso con cotización por encima de lo exigido. En el equipo de trabajo se distribuyen las labores específicas, aunque todos los trabajadores están cualificados para poder cubrir todas las necesidades de la finca como podar, injertar, regar, abonar, etc...
La fruta no apta para la comercialización es destinada a mercados locales y en general hacemos un uso responsable de la utilización para mermeladas, guacamoles y/o consumo para la familia y amigos de la zona.
Los aguacates que os enviaremos tienen un óptimo estado de maduración. Se recolectan minimizando la pérdida de calidad por golpes o mala conservación. Se hace un envasado lo más homogéneo y rápido posible. Además, la planificación de campaña que nos ofrece CrowdFarming nos permite prescindir de la conservación en frío, recolectando nuestro producto justo antes del envío.
Los restos de poda se utilizan como materia orgánica en la propia finca que se compostan debajo de cada árbol. Las frutas en mal estado se suelen regalar a vecinos con ganado para que se alimenten y así evitar su desperdicio.