La Finca El Poleo se encuentra en un pequeño municipio de Badajoz, limítrofe con Córdoba, llamado Granja de Torrehermosa, un pueblo tradicionalmente dedicado al cereal, muy castigado por el éxodo rural. Se dice de este pueblo que es el pueblo de las tres mentiras, porque ni es una granja, ni tiene una torre, ni es hermosa.
Antiguamente, los paisanos bautizaron una charca próxima a la finca como Charca El Poleo, porque allí crecía esta planta de forma abundante y natural. Esta charca, se encuentra muy próxima a nuestra finca, y dio el nombre a nuestra Finca El Poleo.
Esta finca es nuestra favorita y la más representativa, y destinaremos toda su producción a CrowdFarming, pero además si fuese necesario nos apoyaremos en la cosecha de las otras fincas de nuestro proyecto que cultivamos siguiendo exactamente los mismos estándares de calidad para que siempre recibáis vuestra fruta. La Finca el Poleo era inicialmente una finca de olivares, cultivo al que desde hace años nos dedicamos en mi familia. Pero esta finca tan alejada de cultivos de fruta convencional, me hizo pensar que era ideal para cultivar fruta ecológica y decidí cambiar algunos olivos por frutales, buscando encontrar el equilibrio perfecto entre el cultivo de fruta, olivo y el entorno natural.
La finca El Poleo tiene una extensión de 83 ha. divididas entre cultivo de olivar y fruta de hueso. En la zona de fruta cultivamos ciruelas, nectarinas, melocotones, albaricoques y paraguayos. Para cultivar la fruta apostamos por una distribución de la finca bastante particular, siguiendo las curvas de nivel del terreno, con unas calles más anchas de lo habitual en el cultivo de frutales y así fomentamos la retención de agua, reduciendo las necesidades de riego del cultivo al evitar grandes escorrentías de agua que además erosionarían el terreno.
Con el objetivo de incrementar la biodiversidad en nuestros cultivos dejamos cubierta vegetal en las calles y mantenemos en torno a un 12-15% de la finca sin cultivar. Cuando llegan los meses de calor segamos la hierba de calles alternas, incorporando la hierba segada como mulching al cultivo que nos ayuda a reducir las pérdidas de agua por evaporación y optimizar la eficiencia del riego.
Disponemos de 4 pozos en nuestra finca de los que solo utilizamos uno. Para minimizar el consumo de agua regamos por goteo todos nuestros árboles con dos riegos cortos al día. Aproximadamente cada uno de nuestros árboles en la época de calor (mayo-septiembre) consumen 16 litros de agua al día.
Para entender los trabajos en la finca lo mejor es atender al calendario productivo: finalizada la cosecha realizamos una poda en verde, que nos ayuda a airear el árbol y favorece la entrada de luz a los futuros frutos, lo que influirá muy positivamente en la maduración de la fruta. Después iniciamos la poda en seco, orientada a definir las ramas que darán fruta la siguiente temporada. Estas tareas de invierno se complementan con abonados periódicos con humus y estiércol. Una vez llegada la primavera dejamos a los árboles florecer y ser polinizados por nuestras abejas y otros insectos, dando lugar a los frutos. Cuando los frutos se han formado, llevamos a cabo varios aclareos, reduciendo el número de piezas de fruta por árbol para asegurar una correcta maduración. Finalmente, llega el momento de la recolección y confección de fruta.
Realizamos la confección de fruta y preparación de pedidos en nuestras instalaciones en Puebla de la Calzada, un pueblo próximo a la finca. Estas instalaciones están provistas de placas solares que nos permiten una autosuficiencia energética de aproximadamente el 60%. Para reducir al máximo el desperdicio de alimentos destinamos a la industria de papillas infantiles y zumo la fruta comestible que no se puede vender para consumo. Por otro lado, la fruta con inicio de podredumbre la utilizamos para alimentar nuestras lombrices, que posteriormente llevaremos al cultivo para que descompongan la materia orgánica del campo y el estiércol de oveja generando el mejor abono natural para nuestros árboles.
Actualmente nuestro equipo fijo está formado por unas 10 personas, de las cuales algunas llevan más de 7 años con nosotros, llegando hasta 100 en la época de recolección, que es cuando más mano de obra necesitamos. Todo el personal está contratado según el convenio, y ofrecemos a nuestros trabajadores un horario flexible para conciliar su vida personal con la laboral. Para certificar nuestro compromiso con nuestro personal obtuvimos el certificado Global Grasp.