La Sierra Espadán, nuestro entorno. Finca Aguas Vivas, el cuartel general.
Nuestra finca Aguas Vivas se encuentra en el maravilloso entorno del Parque Natural de la Sierra de Espadán, en concreto en el término municipal de Artana, Castellón. La Sierra crea una protección natural en forma de herradura que nos protege de los fríos vientos del norte y nos regala unas preciosas vistas al mar.
El nombre de la finca se debe a que cuenta con arroyos y barrancos por dónde corre el agua de manera natural en temporada de lluvias. Es un entorno precioso desde donde parten diversas rutas de senderismo que se adentran en el Parque Natural. En la parte superior y custodiando nuestra finca, encontramos la Penya Migdia, conocida por que la llegada de la sombra a dichas rocas, suele coincidir con el medio día y ésta servía a todos los agricultores de antaño para guiarse y para parar a comer.
Algarrobos, olivos y pinos conforman principalmente el paisaje que nos rodea. En nuestra finca siempre se habían cultivado naranjas. En 2018 decidimos cambiar el cultivo por tropicales: principalmente aguacates pero también nos hemos atrevido con mangos, siendo de los pioneros en la zona.
Contamos con una gran balsa para almacenar el agua, la cual nos suministra la comunidad de regantes de Artana, que pertenecen a la Confederación Hidrográfica del Júcar. Tenemos un pequeño almacén que cuenta con una instalación de placas solares para obtener la energía necesaria para el riego. Utilizamos riego por goteo para evitar el desperdicio de agua.
Desde 2020 decidimos iniciar la transición a cultivo ecológico porque creemos que es necesario cuidar de nuestro entorno siendo más respetuosos con el medio ambiente y evitando la contaminación de aguas y suelos con productos químicos. Para nutrir nuestros suelos y árboles empleamos principalmente estiércol y si es necesario completamos con fertilizantes autorizados para agricultura ecológica.
Para segar la hierba contamos con un buggy y una desbrozadora con la que trabajamos entre los árboles. Los restos de poda se trituran en las calles de los bancales y se dejan como compostaje, el cual nos ayuda a controlar las malas hierbas, creándose un manto de materia orgánica en las calles que posteriormente la tierra va absorbiendo lentamente. Las frutas que no son aptas para enviarlas las repartimos entre la familia y el equipo para no desperdiciarlas.
Para conservar la flora y fauna autóctonas, y potenciar el desarrollo de enemigos naturales tenemos una parte de la finca sin cultivar. En ella crecen los árboles, arbustos y plantas adaptadas a nuestra climatología, dónde además crían especies animales de la zona y diferentes razas de pájaros, insectos, etc.
Mi equipo lo formamos 4 personas; David que lleva conmigo desde 2015 y me ayuda con el trabajo diario que haga falta: podar, recolectar, desbrozar, montar cajas, preparar pedidos, etc. Carmen, que lleva también desde 2015 en el equipo y me ayuda a preparar pedidos, montar cajas, etc. Raquel, que colabora con nosotros para darnos a conocer cada vez a más personas con los asuntos de marketing desde hace aproximadamente dos años y yo (Héctor) que me encargo de que todo vaya fluyendo correctamente. Mi padre, Joaquín, nos ayuda orientándonos y disfruta mucho de venir a pasear por la finca, con nuestro perro Bola. Intentamos que tengan unas mejores condiciones con un horario bastante flexible y un buen salario con el que se sientan bien recompensados por su esfuerzo.