Nuestra finca es una finca familiar, que lleva produciendo limón desde los años 80. La finca recibe su nombre, “El Carrascal”, de la gran carrasca centenaria (Quercus ilex) que crece junto a nuestro almacén. Se encuentra en el término municipal de Fortuna, Murcia, zona de cultivo de limón por excelencia en España. El limón cultivado en nuestras condiciones de clima mediterráneo otorga un nivel de acidez adecuado y apreciado. Además es una zona con riesgo bajo de heladas lo que hace el limonero se desarrolle muy bien. Por todo ello en esta zona todo el entorno es un paisaje general de limoneros. Para favorecer la biodiversidad, hemos pasado de tener cultivo exclusivamente de limón, a tener actualmente además de los limoneros, limas, pomelos, naranjas y mandarinas.
El cambio a cultivar de forma ecológica, fue difícil, por la falta de experiencia general y porque se sucedieron problemas añadidos, entre otros una fuerte helada que arrasó los árboles y casi hubo que volver a empezar de cero. Así que nos ha costado mucho llegar a conseguir tener la finca como está en estos momentos, pero creo que por fin hemos conseguido lo que queríamos. A parte de los árboles adultos de la variedad Primofiori, plantamos en 2018 un total de 900 árboles verna que, aunque todavía son pequeños, ya están empezando a producir frutos y pronto serán adultos, para que no nos falte el limón en todo el verano. Además de limón, hemos plantado recientemente pomelos, naranjos y mandarinos, que pronto comenzarán también a producir. Los patrones para nuestras variedades aportan principalmente calidad a costa de un crecimiento lento.
Si bien es cierto que los árboles pueden llegar a durar hasta 60 años, depende de distintos aspectos el que su vida sea más o menos larga. Los nuestros han pasado por situaciones de mucho estrés, con varias heladas muy fuertes que los dejaron totalmente secos justo en el momento en que empezábamos la transición a cultivo ecológico. Esto dificultó en buena medida ese proceso y su recuperación fue muy larga y costosa, incrementada por el desconocimiento que en aquél momento todavía existía, sobre los procedimientos y recursos ecológicos a aplicar en una situación semejante. Algunos árboles de la variedad de Finos no resistieron y tuvimos que cortar su tronco para criar desde el mismo pie un árbol nuevo pero que conservase sus características tradicionales, cosa para nosotros muy importante, puesto que son las que les dan su gran calidad. En la variedad Verna, finalmente tuvimos que decidir hacer una nueva plantación en la parte de la misma donde no llegaron a recuperarse y allí plantamos en primer lugar pomelos, de la variedad Río Red que es un pomelo rojo especialmente dulce y jugoso. En ese proceso de renovación, hemos ido plantando sucesivamente mandarinas y naranjas de muy diversas variedades para extender la cosecha al máximo en el tiempo. Estas variedades las hemos plantado allí donde los limoneros ya no daban más de sí, pues también ocurre con el envejecimiento del árbol, que llega un momento en que el injerto sobre el que ha crecido acaba dificultando el paso de la savia tanto como para llegar a provocar su muerte. Ahora estamos criando árboles que en este momento tienen dos, tres y cuatro años. Algunos los estamos injertando de limón Verna sobre pie de naranjo, pues es lo que produce un limón de la mejor calidad. De esa forma, poco a poco vamos renovando la plantación exclusivamente en la medida de lo necesario, con un enfoque conservacionista al máximo.
En nuestras prácticas agrícolas tratamos de incorporar todo aquello que es más beneficioso para cuidar el medioambiente. Usamos abonos naturales e incorporamos microorganismos biofertilizantes que estimulan la absorción del nitrógeno ambiental y los nutrientes inmovilizados en el suelo. Trituramos los restos de poda para su reabsorción en el suelo. Hemos ido plantando un seto con distintas variedades de plantas y arbustos que favorecen la presencia de los depredadores naturales. Y dado que el limón requiere cantidades importantes de agua (entre 6.000 y 7.000 m3 por árbol al año según la variedad) hemos incorporado el riego por goteo en todos los campos, sumándonos al riego comunitario de la zona, para mejorar la eficiencia y reducir el consumo de agua en lo posible. Todo ello avalado por el Certificado Ecológico que detentamos desde 2010.
Pero no solo nos preocupa el medioambiente, sino que entendemos que la Agroecología debe sustentarse en trabajo y salarios dignos. Todas las personas que están en nuestro equipo tienen salarios superiories a los fijados en el Convenio. Somos seis personas, entre las que nos distribuimos todo el trabajo que requiere la producción y distribución de nuestras cosechas. No necesitamos externalizar ningún trabajo desde lo que es la propia producción hasta la recolección y distribución de la misma. Todo ello nos permite recolectar la fruta en el mejor momento y siempre bajo pedido, para que os llegue en las mejores condiciones de calidad.