Mi infancia en las Islas Canarias se desarrolló en pleno contacto con la agricultura. En casa siempre se han cultivado papayas, fresas, aguacates, mangos, cítricos y, por supuesto, plátano de canarias. La agricultura era un ingreso fundamental para la familia y todos participábamos de ella, ya fuera en campo o preparando las cajas para llevar al mercado. Desde bien pequeñas aprendíamos rápido que todos teníamos que arrimar el hombro para el bien común. Recuerdo que cuando llegaba la época de recoger papas incluso había días que faltábamos a la escuela.
Mi familia se esforzó mucho para que tanto mis cinco hermanas como yo pudiéramos tener la educación que quisiéramos. Estudié en Madrid Empresariales y amplié mi formación con un curso especializado en finanzas. Trabajé en varias empresas y finalmente volví a relacionarme con la agricultura en 2009. Actualmente yo me encargo de la parte financiera y me apoyo en mi socio Paco Sánchez y su hijo (también Paco Sánchez) para los aspectos técnicos del cultivo. Formamos un buen equipo puesto que nos tenemos plena confianza.
Paco lleva toda la vida trabajando en el campo con cítricos; como decimos por aquí prácticamente nació debajo de un limonero. Lo más bonito es que ha conseguido transmitir su pasión por la agricultura a su hijo. ¡El futuro está asegurado!