Finca Doña Amor recibe su nombre del paraje en el que se encuentra, Doña Amor, ya que nuestros padres se referían así a esta zona y decidimos mantener el nombre con el que siempre la hemos conocido. Está situada en la Bóveda de Toro, zona de Toro (Zamora), en la comarca del Guareña, y muy cercana al río Duero. Nuestra finca está dentro del espacio natural protegido por la red natura 2000, zona ZEPA, llamada “Las Llanuras del Guareña” por albergar importantes poblaciones de aves esteparias como la avutarda, el sisón común y el aguilucho cenizo ¡que anidó este año muy cerca de nosotros! Está llena de vida, se nota que cultivamos en ecológico y se acercan a nosotros multitud de animales como perdices, liebres, conejos, zorros, jabalís, serpientes, topillos. Situada muy cerca de Toro, a 23 km, y dentro de la ruta Duero-Douro, www.flumendurius.eu
Finca Doña Amor es un proyecto familiar. La finca pertenece a nuestra familia desde hace más de 60 años. Antiguamente mi familia se dedicaba a la ganadería y agricultura convencional. Está situada en una zona tradicionalmente cerealista. Tras estudiar las condiciones climáticas y agronómicas decidimos plantar un cultivo alternativo, el pistacho, y cumplir nuestro sueño: crear un ecosistema único, que cuide y respete el entorno, cultivando un alimento ecológico de alto valor nutritivo y saludable.
La finca tiene una superficie de 27 hectáreas, se encuentra a 748 metros sobre el nivel del mar y en ella crecen más de 7000 árboles, de las variedades “Kerman” y “Lost Hills”. Estas variedades son reconocidas por el tamaño del fruto, su sabor intenso y la blancura de su cáscara.
Al ser una especie dioica hay dos tipos de árboles: macho polinizador y hembra productiva. En las calles plantamos cubiertas vegetales anuales de leguminosas; con ello evitamos la erosión del terreno, fijamos nitrógeno, ganamos materia orgánica en nuestros suelos y sirve de refugio para animales e insectos.
Doña Amor cuenta con unas condiciones climatológicas excelentes para este cultivo que requiere de veranos largos y calurosos y de inviernos recios y fríos. Y en la época de floración que el viento sople con fuerza para la polinización de todos los árboles. La comarca de Toro al reunir estas condiciones, hace que nuestros pistachos sean de una calidad excelente.
Además, para garantizar una excelente cosecha, en Doña Amor tenemos un sistema muy innovador de riego y fertirriego con energía solar fotovoltaica. Gestionamos el riego desde cualquier equipo con conexión a internet optimizando tanto la energía consumida como el agua. Utilizamos sensores para la medición de la humedad y con nuestra estación metereológica podemos ver desde nuestro móvil los litros de lluvia, la velocidad y dirección del viento, así como la humedad y la presión atmosférica. Nuestros árboles consumen aproximadamente 3490l al año cada uno. Además del riego y fertirriego, con la energía solar generada somos autosuficientes energéticamente en las instalación agrícolas.
Somos una empresa zero waste y buscamos la revalorización de nuestros residuos, por ejemplo, los restos de poda los trituramos e incorporamos a la tierra como aporte de materia orgánica. La cáscara dura del pistacho cerrado la estamos utilizando triturada como material exfoliante para cosmética. Además, el pistacho de menor calibre o manchado lo utilizamos para la elaboración de otros productos como crema o aceite. Por otro lado, fertilizamos aprovechando el estiércol de un pastor del pueblo, utilizando el estiércol de sus ovejas en extensivo para hacer compost que utilizamos como abono de fondo.
Nuestro proyecto agrícola, se basa en:
1. __La innovación__. El uso de las nuevas tecnologías aplicadas a la agricultura, utilizamos energías renovables tanto para el riego inteligente, como para autoconsumo en nuestras instalaciones, optimizando el uso de recursos.
2. Trabajamos siguiendo las __prácticas de agricultura ecológica__, que cuida y protege el medio ambiente, estamos en el último año de transición para obtener el certificado de agricultura ecológica.
3. __Economía circular.__ Valorizamos todos los residuos generados en la plantación, gestionamos de la manera más eficiente todos los recursos y estamos libres de plásticos provenientes del petróleo.
Hoy en día trabajamos mi marido y yo a tiempo completo, además nuestros hijos nos echan una mano cuando pueden. Contamos con la ayuda de Ricardo durante todo el año. Por otro lado, el cultivo requiere en determinadas ocasiones mayor mano de obra, por lo que contratamos eventualmente dos personas que nos ayudan con tareas como son la poda, injerto, recogida de pistacho, etc. Siempre buscamos contratar personas que vivan en nuestra zona, ya que es un lugar muy castigado por el éxodo rural y nuestra idea es ir ampliando los contratos. Además, para realizar el envasado de nuestros pistachos, contratamos el servicio a una empresa externa que cuenta con empleados diverso funcionales para realizar este trabajo. En Doña Amor no solo cumplimos los requisitos laborales marcados por el convenio, los mejoramos.