Desde niño siempre he trabajado en la producción y comercialización de frutas y hortalizas, pero al principio solo me ocupaba de lo convencional. En 2011, después de un viaje a Alemania en el que entro en contacto con varios productores de frutas y hortalizas ecológicas, me di cuenta del potencial y de los innumerables aspectos positivos vinculados a este método de producción, por lo que decidí fundar Bioplus.
El nombre pone en valor nuestra apuesta por lo biológico, junto a la voluntad de garantizar al consumidor algo más, un valor añadido. Ese plus es precisamente la garantía de un producto 100% natural y del máximo compromiso que ponemos en la protección del medio ambiente.
La empresa tiene su sede en Canicattí ,un pequeño pueblo de Sicilia, tierra de origen de la uva Italia. Incluye 25 hectáreas de viñedos, ubicadas también en pueblos vecinos, algunos en zonas circundantes a otros cultivos, otros con vistas al mar.
Estoy muy satisfecho porque en un entorno como el nuestro, en el que hay falta de empleo, consigo (en temporada alta) ofrecer trabajo a más de 30 personas.
A diferencia de la mayoría de los viñedos donde se produce uva para vinificación, en los viñedos para uva de mesa el riego es fundamental, sobre todo en una región cálida como Sicilia. El agua que utilizamos en nuestros viñedos se extrae directamente de varios pozos naturales y se transporta hasta los campos. Utilizamos el sistema de riego por goteo, que nos permite regular con precisión la cantidad de agua que damos a cada planta. Cada una necesita 100 litros de agua dos veces por semana.
Me preocupo mucho por la protección de mi tierra, su biodiversidad y el bienestar de todas las personas que trabajan diariamente persiguiendo mis mismos valores. Por esta razón, Bioplus intenta promover la agricultura más sostenible, y por eso decidimos certificarnos en agricultura ecológica en 2011. Para favorecer la sostenibilidad no utilizamos productos químicos nocivos para las plantas, insectos, suelos ni por supuesto para el cliente, como todo tipo de fertilizante químico. En su lugar usamos sustancias naturales permitidas en agricultura ecológica.
Cuando podamos la hierba y las hojas, las dejamos en el suelo para que aporten nutrientes y materia orgánica. Intentamos también evitar los desperdicios y reutilizar. También trabajamos duro en la reducción del desperdicio de agua mejorando la eficiencia del riego a través del riego por goteo. Además, cuando llueve, el agua se acumula en el techo del viñedo. Ésta se recoge y se utiliza para regar el viñedo. También nos deshacemos de todo el plástico de nuestros envases, sustituyéndolo por papel, cartón y PLA. Apoyamos a todos los miembros de nuestro equipo, garantizando un salario que les proporciona un alto nivel de vida. En la empresa hay 20 personas trabajando durante el año, y hasta 30 en temporada alta, como por ejemplo durante la cosecha. Algunos de mis compañeros de trabajo me han acompañado desde el principio de esta aventura llamada Bioplus, y siempre han sido para mí una fuente importante de ideas y valiosos consejos.
Realmente me importa que todos, incluso aquellos que trabajan conmigo solo por temporadas, conozcan siempre mis nuevos proyectos y compartan mis valores. Por otro lado, hago todo lo posible para agradecer su trabajo y encender en todos el entusiasmo y el amor por la tierra y sus frutos para que, más que un simple trabajo, lo nuestro sea una misión y una fuente de grandes satisfacciones.
Bioplus cuida mucho de la calidad y seguridad del producto, para asegurar siempre lo mejor que podemos a nuestro Crowdfarmer. La uva se elige por su frescura, color, dulzor y tamaño de los granos. Cada uno tiene exigencias diferentes con respecto al producto, por lo que siempre hay que tomar en cuenta las especificaciones de los Crowdfarmers. La calidad de los racimos es verificada en primer lugar durante la cosecha, para luego pasar a un segundo control más esmerado durante el empaquetado.
Normalmente tenemos una cantidad de pedidos y clientes que nos permite distribuir casi todo nuestro producto. En caso de que haya excesos de producción, donamos una parte y la restante la enviamos a una bodega donde se aprovecha para la producción del vino.