El territorio AlVelAl comprende 1 millón de hectáreas situadas en el sureste de España. Representan la bioregión del Altiplano Estepario, un ecosistema completo en proceso de desertificación y degradación. El nombre del territorio (y la Asociación) surge a partir de las tres comarcas que dieron origen al proyecto: Altiplano de Granada, Los Vélez y Alto Almanzora, a las que posteriormente se les unieron el Noroeste de Murcia y la Comarca de Guadix.
Las amenazas al ecosistema provienen de la marcada desertificación, y con ello erosión, sequía y pérdida de suelo. Este proceso es maximizado por la agricultura intensiva industrial, que sobreexplota los recursos y los acuíferos, eliminando gran parte de la biodiversidad y los recursos de nuestro territorio. Este problema impulsa otro, que es la pérdida de capacidad productiva y de riqueza, el cual impulsa el tercero, que es la despoblación y el abandono rural.
Por ello en el territorio AlVelAl planeamos uno de los mayores planes de restauración de ecosistemas de Europa. Este plan está protagonizado por los productores de agricultura regenerativa de las comarcas, los cuales a través de la asociación, la cooperación y la propia producción agroecológica, buscamos restaurar la naturaleza, la sociedad y la economía de nuestro territorio.
El objetivo es crear lo que denominamos un ecosistema mosaico: un paisaje compuesto por fincas regenerativas, donde la conservación y restauración natural van de la mano de la producción, junto a zonas-parques naturales bien conservadas. De esta forma logramos una barrera natural contra la desertificación, además de configurar un corredor natural entre las sierras del territorio. Del conjunto de todas nuestras fincas recibirás tu caja, sin duda una excelente representación del ecosistema que pretendemos.
La mayor parte de los cultivos son de secano, predominando cereal, almendro, pistachos, olivo, viñedos y alcaparras. En nuestras fincas regenerativas diversificamos la producción, transformando los monocultivos en esquemas productivos mixtos (varias especies productivas y no productivas), que replican la lógica de un ecosistema productivo a pequeña escala y conforman un ecosistema mosaico a gran escala en el territorio. Integramos la ganadería, mediante la fusión tradicional de ganado y cultivos arbóreos, guiando al ganado ordenadamente entre las calles para manejar pastos y conseguir un ciclo de fertilización natural y eficiente.
Todas las fincas situadas en el territorio comparten características agrarias y medioambientales: situadas entre 600 y 1400 m de altitud, lluvias muy escasas, altos niveles de exposición solar y gran amplitud térmica entre los días y las noches. Las fincas regenerativas del territorio se identifican fácilmente por sus colores, el sonido de sus insectos, abundancia de aves y sus suelos llenos de vida.
Las fincas de los productores de la asociación AlVelAl tienen como punto de partida el modelo de producción ecológico (certificado), pero llevan a cabo una conversión a agricultura regenerativa, por lo que podemos encontrar fincas en distintas etapas de transformación hacia el modelo regenerativo. El manejo que llevamos a cabo en cada una de ellas une prácticas que buscan la regeneración y conservación del suelo, el buen uso y captura de agua en el terreno y el fomento de la biodiversidad, pilares de la agricultura regenerativa. Además, reducimos la labranza para así potenciar cubiertas vegetales (sembradas y naturales), ya sea de forma mecánica, con ganadería integrada e incluso en algunas fincas de forma permanente sin laboreo.
Otra pieza clave consiste en diversificar la producción mezclando especies tanto productivas como no productivas, para así superar el monocultivo, y fomentar con ello la biodiversidad. Al mismo tiempo se crean zonas de hábitat específicas como los setos o las charcas.
En relación al agua, se optimiza su uso a la vez que se potencia su aprovechamiento, mediante estructuras de captura de agua en el terreno. Esta técnica se basa en las “líneas de retención”, que frenan la erosión, capturan más agua y la redistribuyen por el terreno. Además, como la mayoría de las fincas se cultivan en secano, dependemos de estas prácticas para conservar el recurso donde más lo necesitamos.
Las fincas donde se desarrollan estas técnicas, sumadas a la creación de cooperativas de productores, la población que se queda, la que vuelve y la nueva que viene para trabajar en algo relacionado al plan AlVelAl, son las protagonistas de la regeneración de todo un territorio.