
El mango es una fruta originaria de la India. Hay decenas de variedades cultivadas en las zonas tropicales y subtropicales de todo el mundo. Algunas variedades son muy similares, pero puedes diferenciarlas por la forma, tamaño, color, sabor o cantidad de fibras que presentan. El color externo del mango no indica madurez. Algunas de las variedades pueden ser verdes y estar listas para comer.
La principal variedad cultivada en Europa es Osteen, sin embargo, es fácil encontrar otras como Keitt o Palmer. No hay una variedad mejor o peor que otra, cada una tiene su peculiaridad. Para gustos…¡colores!
Mango Osteen: puede considerarse una “variedad autóctona” del sur de España ya que es la única zona de producción a nivel mundial. Tiene un tamaño medio de entre 300 y 700 g, una forma ovoide y un color púrpura – verdoso muy característico. Su pulpa es de color mostaza, tiene un sabor dulce con un toque ácido y presenta una excelente calidad debido a la baja presencia de fibras. Esta variedad es de las primeras en madurar.
Mango Keitt: es uno de los mangos con mayor tamaño medio, con pesos que rondan entre los 450g y 1000g, es similar a la variedad Osteen, lo podrás diferenciar por su forma más redondeada y su piel más verde. Su pulpa presenta un color más amarillento y presenta muy baja fibrosidad. Su sabor es algo más ácido y su contenido en azúcar un poco más bajo. Esta variedad es de las últimas en madurar.
Mango Palmer: es más fácil de reconocer, tiene un tamaño menor, una forma característica más alargada y un marcado color rojo oscuro. El peso medio ronda entre los 300 y 600 g. pulpa es de color amarillo, presenta fibras muy finas y es menos ácida. ¡Suele ser la favorita de los niños!
